En las cercanías de Markinez existen nueve cuevas artifiales de origen eremético que toman en su conjunto el nombre de Larrea. Cerca de la ermita románica de San Juan, se levanta la cueva denominada «Peña del Castillo», en la cual hay vestigios de una fortaleza que se erigió en lo alto.

Junto a la iglesia parroquial de Markinez y guarecida por las rocas de Askana se encuentran un grupo de grutas artificiales. La más interesante de todas ellas es la de Santa Leocadia, que se encuenta en la parte posterior de la iglesia, y en la que se puede observar un bajorrelieve con dos figuras desnudas, una de ellas montada a caballo. Dicha representación la han definido de origen céltico y la han comparado a Epona, diosa de los caballos.