Ayuntamiento de Bernedo / Bernedoko Udala

Date:15/04/2013
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Bernedo

Historia

zubizarreta-bernedo03En la Montaña Alavesa, donde las aguas de los ríos Ega e Inglares unen las tierras castellanas y navarras, se encuentra el pueblo de Bernedo: un enclave que, a los largo de los siglos, ha sido motivo de enfrentamiento entre ambos reinos.

Por su situación estratégica, en la Edad Media fue una fortaleza amurallada, y en ella había un castillo. El rey Sancho el Sabio de Navarra, en 1182, la nombró villa y le concedió los fueros. Sus pueblos y aldeas siempre estuvieron gobernados por alcaldes, que eran nombrados por los reyes o señores que los poseían. A lo largo de la historia, los pueblos de los alrededores se han ido uniendo a su ayuntamiento para poder beneficiarse de sus fueros y de los favores de sus dueños. En los archivos consta cómo ya en 1556 Navarrete era una aldea perteneciente a Bernedo. San Román de Campezo y Quintana se unían en 1965, y Marquínez y Arluzea, junto con Berroci, Okina e Izarza, se incorporaron en 1976.

Villa de Bernedo

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cuadros: M. Zubizarreta

La villa de Bernedo fue plaza-fortaleza amurallada con castillo y torre almendrada. Por su enclave fronterizo y paso obligado a tierras riojanas, los reinos de Castilla y Navarra se la disputaban.

El Rey de Navarra, Sancho el Sabio, le concedió sus fueros en el año 1182 y la nombró villa. Durante tres siglos formó parte del Reino de Navarra. Siempre estuvo gobernada por alcaldes, y los reyes siempre respetaron sus fueros.

Los habitantes de la villa mantuvieron siempre arreglado su castillo y muralla, de los que se sentían orgullosos. Por ese motivo, y para compensar su trabajo, Carlos III de Navarra les concedió el peaje de paso a Cabredo.

Bernedo había pasado a la Corona de Castilla en 1476 y los Reyes Católicos la incorporaron a la ciudad de Vitoria en 1490. El Señorío de los Ayala, durante los siglos XIV y XV la gobernó, aunque sólo la mantuvo 2 generaciones, ya que el heredero del Mariscal, famoso comunero, tuvo que abandonarla, no sin antes reconstruir una torre que había derribado en la plaza del pueblo, junto a la iglesia.

D. Diego Martínez de Álava se hizo cargo de la plaza, pero no gozaba de las simpatías de sus habitantes por ser enemigo del anterior alcalde, D. Pedro López de Ayala, muy amado por los vecinos. Cuando D. Pedro se levantó contra Carlos V, en la guerra de las Comunidades, el pueblo apresó a D. Diego para devolver a D. Pedro el gobierno del castillo. Al terminar la guerra, y derrotado el Conde de Salvatierra, Bernedo volvió a ser gobernado por los Martínez de Álava desde su palacio de Esquibel en Vitoria.

Juan de Quintana fue el último gobernador y tenía su casa en la calle la Sarrea, junto al Portal. Carlos III lo cedió al principado de Viana.

Bernedo ha sido paso obligado para mercaderes y viajeros. Cabe resaltar las dos ventas y el hospital que tenía.

Los siglos XV y XVI fueron los de mayor esplendor en lo artístico de Bernedo, y buena muestra es la iglesia parroquial, dedicada a la Natividad de Nuestra Señora.

Felipe II, en 1592, mandó visitar el castillo, pero llevaba 15 años deshabitado, y parte de él ya se encontraba en ruinas.

Bernedo hoy

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La calle Mayor, la del Medio y la de Abajo y las calles que las atraviesan configuran su trazado, rematadas con las tres puertas de entrada o salida que tiene el pueblo, y que antaño eran las puertas de la muralla. La puerta de la calle Mayor da acceso a la calle del mismo nombre, y desde allí se contempla una hermosa casa noble, con su escudo en la fachada, adornada con dos balcones, y que se construyó entre los siglos XVII y XVIII, y frente a ella, la huerta tapiada de la casa cural, con cruces en lo alto. La segunda puerta se encuentra junto a la carretera, y antaño servía de acceso a los caminantes y peregrinos que procedían de la llanada para dirigirse a la Rioja. La tercera puerta, llamada la Sarrea, era la que conducía al Santuario de Nuestra Señora de Okón, y es la única que conserva su arco. Fue restaurada hace algunos años.

De las muchas casas de carácter solariego, con estructuras de madera y ladrillo, que hay en Bernedo, debemos mencionar el Palacio de los Gámiz, del siglo XVII, con escudo en la fachada, y que fue rehabilitada para convertirse en el Ayuntamiento, y la que está en la Plaza Mayor, junto a la iglesia, cuya fachada se encuentra un escudo castellano.

Bernedo tiene varias fuentes que proceden de manantiales: «La Fuente del Suso» con varios caños y en cuya cabecera figura la fecha de 1862. Junto a ella, se conserva el abrevadero y el lavadero, y a su lado la antigua herrería que da nombre a la calle. Si traspasamos el portal de la Sarrea, nos encontramos con otra fuente de tres caños que continuamente mana agua clara y fría procedente de la sierra. Saliendo del pueblo y en dirección a Lagrán nos tropezaremos con las «Fuentes del Soto», cuyas aguas nacen en las entrañas de la tierra, y van a desembocar al río Ega. Con su fuerza, antaño daban energía a 3 molinos harineros. En la actualidad, uno está en ruinas, el segundo es vivienda, aunque conserva toda la maquinaria, y el tercero permanece cerrado, pero con todas sus dependencias.

Bernedo cuenta además con dos plazas: la Plaza Mayor, en la que se encuentra la iglesia parroquial, dedicada a la Natividad de Nuestra Señora, y la Plaza del Frontón, recientemente construida en el lugar que, hasta hace pocos años, ocupaba el viejo frontón descubierto.

En la carretera de Santa Cruz encontramos la nueva residencia de la tercera edad, el albergue juvenil y el frontón cubierto, y en la carretera de Logroño, al comienzo del puerto de Bernedo, están las instalaciones de las piscinas municipales.

Iglesia en honor a la Natividad de Nuestra Señora

130424-bernedo-iglesia-01En la plaza Mayor del pueblo de Bernedo se encuentra la iglesia parroquial, dedicada a la Natividad de Nuestra Señora.

El templo se empezó a construir en el siglo XIII, pero a lo largo de los años los habitantes iban aumentando y necesitaban una iglesia mayor, así que en el siglo XVI se amplió.

La planta es rectangular, hexagonal su ábside, y su bóveda estrellada con nervios rectos, crucería, y nervaduras, formando florones.

La portada de entrada es románica-gótica muy decorada, y se señala el siglo XIII como la fecha de su construcción. Tiene un gran arco apuntado, en el que pueden verse siete pares de columnas muy interesantes, con relieves.

El pórtico, obra realizada entre los siglos XVII y XVIII, es de piedra de sillería, dando al exterior su cornisa con dentículos. En lo alto destaca un medallón con la imagen de San Pedro.

El maestro Domingo de Emasabel fue el artífice de la construcción de la primitiva torre en 1559. En el año 1744 se cayó, y en 1747 se construyó la actual, por el maestro Pedro de Basterra.

El retablo barroco, del siglo XVII, es obra de José Pérez de Viñaspre y Francisco Jiménez, vecinos de Cabrero. Lo preside la imagen de Nuestra Señora con el Niño en brazos, y San Pedro y San Pablo. A los lados del sagrario figuran dos relieves; el martirio de San Sebastián y San Francisco Javier bautizando. En lo alto, se encuentra una imagen del Padre y dos ángeles con espadas.

Los retablos laterales son de estilos diferentes, y están dedicados a La Dolorosa y a San José.

La sacristía es de 1641 y allí se encuentran las imágenes de la Inmaculada y San Juan, procedente esta última de la ermita del mismo nombre, que fue demolida en 1760.

Ermita de Santa Teresa

130413-bernedo-ermita-santa-teresaJunto a la iglesia de Nuestra Señora de la Natividad, y en un extremo de la Plaza Mayor, se encuentra la ermita de Santa Teresa. Su construcción es sencilla. El retablo y la imagen de la Santa son del siglo XVII.