Siguiendo el curso del río Ega, y a su lado izquierdo, se encuentra el pequeño pueblo de Angostina, puerta de un impresionante desfiladero que separa las provincias de Álava y Navarra.

Tiene hermandad con el pueblo de Bernedo, del que dista unos tres kilómetros. En la Edad Media era gobernado por un regidor.

Sus casas se concentran en una sola calle, que va de Norte a Sur. Hay que destacar una casa de piedra labrada, cuya fachada tiene inscrita la fecha de su construcción (Año D. 1786 Foronda) y los restos de la casa-palacio de los Martínez de Compañón, cuyo escudo se trasladó al Museo de Heráldica de la casa-torre de los Mendoza de Vitoria.

Iglesia en honor a Santa Coloma

Su construcción data de 1777. Tiene 2 arcos de medio punto sobre pilastras, con decoración geométrica. Su planta de cruz latina, pero con brazos cortos. Su ábside poligonal, con crucería en la bóveda y sencillas claves que reposan en medias columnas con tentáculos. Sus naves forman estrellas con nervaduras curvas que parecen rosetones. Tiene coro con arco rebajado. Torre de mampostería. Sacristía con cornisa neoclásica, donde hallamos una talla de la Inmaculada Concepción del siglo XVII con varias capas de pintura.

Su bonito retablo renacentista es de principios del siglo XVII, presidido por Santa Coloma, una bella imagen, sedante sobre un oso, defensor de su pureza. A sus lados, el juicio y el martirio de la santa. En lo alto, la Inmaculada Concepción y a sus lados, San Jerónimo y San Agustín orando.

De los retablos laterales, uno está dedicado a la Virgen del Rosario. Junto a ella,  Santa Margarita sobre el dragón y San Antonio Abad. El otro retablo está dedicado a  San Martín.