Ayuntamiento de Bernedo / Bernedoko Udala

Date:12/04/2013
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Okina

okina-pueblo-01Okina es un pequeño y antiguo pueblo, ubicado en un valle de terreno quebrado y en las estribaciones de los Montes de Vitoria, encajado entre La Picota, Zalmendia, La Mojonera, La Sima, Peña Txanguro y La Majada.

Aparece en el año 1025 como tributario de la Reja de San Millán con el nombre de Oquina y en otro documento como Oquia.

Tiene título de villa realenga, y en una de sus casas aparece en la fachada un escudo blasonado de los Gauna. Su hidalguía le viene por pertenecer al Señorío del Valle de Arraya, que pertenecía a los Sánchez Samaniego.

Okina está dividido por el río Molino o Ayuda. Y las calle Real y la Calle Piruleta componen su caserío, al amparo de la iglesia parroquial, dedicada a la Asunción de Nuestra Señora.

Si tomamos el camino que comienza en el centro del pueblo, y nos dirigimos hasta el viejo molino, nos adentramos en un paraje de barrancos, donde siguiendo el cauce del río Ayuda, veremos el canal y la presa, un manantial de agua, el arroyo de Arangatxa, con el puente de madera, el reajo de las Maderas y una cascada de pared de roca y musgo.

Okina celebra el 10 de Julio la festividad de San Cristóbal, y conserva la vieja tradición de la «Ronda del Rosco», en la que los mozos, después de la procesión del santo, recorren las calles y reparten roscos de pan adornados con dulces que llevan en los palos.

Iglesia en honor a la asunción de Nuestra Señora

okina-iglesia-03En una pequeña cuesta, presidiendo el pueblo, se encuentra la Iglesia Parroquial dedicada a la Asunción de Nuestra Señora.

El templo es de planta rectangular y recto su ábside; es medieval, aunque en su exterior podremos apreciar los restos de su antigua construcción románica en dos ventanales. El pórtico tiene un gran arco carpanel.
Su portada es protogótica, de mediados del siglo XIII, con dos juegos de tres columnas con la basa de garras y capiteles, con escenas de cinegética y el rostro de una dama tocada.

La torre de 1884, es de base cuadrada y con cuatro arcos para las campanas.
El retablo central se rehizo en el siglo XVIII, pero conserva elementos del primitivo, de principios del siglo XVII como las columnas torsas que componen el cuerpo central, las del ostensorio, los relieves de los evangelistas y todas las imágenes, menos la de la Asunción.

Los retablos laterales, del siglo XVIII, están dedicados a la Virgen del Rosario y a San Francisco Javier.